Selena Forever

The Selena Trial

The Houston Chronicles Files

No había nada que hacer por Selena, dice el doctor

Esfuerzos heróicos se hicieron para salvar a la cantante

Tomado del artículo de PATTY REINERT Derechos reservados 1995, Houston Chronicle

9:39 PM 10/19/1995

Selena Quintanilla Perez estaba muerta cuando llegó al hospital de Corpus Christi y los esfuerzos heróicos que se hicieron para salvarle la vida fueron inútiles desde el principio, un doctor testificó el jueves en el juicio por asesinato de la antigua presidente del club de admiradores de la cantante tejana. "Fué un esfuerzo fútil", dijo el Dr. Louis Elkins, un cirujano cardíaco que operó a Selena cuando le dispararon el 31 de marzo. "Ella estaba muerta cuando llegó al centro médico Memorial. Si yo hubiera sido el doctor que la recibió, yo no hubiera comenzado el tratamiento".

Debido a que otro doctor de la sala de emergencia del hospital ya había hecho la decisión de revivir a la cantante, Elkins dijo que se sintió obligado a continuar el tratamiento. El cirujano fué uno de los últimos testigos presentados por los fiscales, quienes planean concluír su presentación esta mañana. Los abogados de la defendida, Yolanda Saldívar, planean volver a llamar a varios testigos de la fiscalía, al igual que algunos testigos nuevos para apoyar su caso de que el disparo en el motel Days Inn fué accidental. El examinador de armas de fuego, Ed McKinstry, fué el último testigo de la prosecución hasta ahora que ha creado duda sobre esta teoría.

El testificó el jueves que el arma usada en el disparo funcionaba normalmente e insistió que el arma no pudo haberse disparado accidentalmente debido a sus mecanismos de seguridad. "La única manera de que se dispare es apretar el gatillo deliberadamente", testificó McKinstry. Cuando Patricia Saum, una de los abogados defensores, le preguntó si el arma se pudo haber descargado accidentalmente si Saldívar estuviera apretando la mano y moviendo el arma de un lado al otro, McKinstry respondió, "Si estás apretando la mano, estás jalando el gatillo". Elkins testificó el jueves que cuando llegó al cuarto de emergencia como al mediodía del 31 de marzo, otro doctor ya había abierto el pecho de Selena y le estaba masajeando el corazón con sus manos, tratando de que latiera otra vez. "No había evidencia de funciones neurológicas. No había sangre corriendo hacia el cerebro. Las pupilas estaban fijas y dilatadas. Ella no estaba respirando de su propia cuenta.

No tenía señas vitales", Elkins dijo. "Su presión era cero. Su pulso era cero. Su respiración era cero". Aún así, los doctores lograron establecer un latido errático por suficiente tiempo para llevarla a la sala de cirugía, donde Elkins le abrió más el pecho, le inyectó drogas en el corazón y le aplicó presión a sus heridas. Una arteria del tamaño de un lápiz que sale del corazón, había sido cortada en dos por la bala de punta hueca disparada por el revólver de calibre 38, y la sangre de la cantante -- al igual que seis unidades que se le dieron por transfusión -- se derramaba, dijo Elkins. "Ella había perdido casi toda su sangre -- en el suelo o en su pecho. Ya no estaba en su sistema circulatorio", dijo él. El pulmón derecho de la cantante también había sido penetrado por la bala, y su clavícula estaba destrozada, añadió. "Era un desastre", el cirujano dijo. "Era mi opinión profesional que sería fútil continuar".

Durante contrainterrogación, los abogados defensores le preguntaron a Elkins si el padre y gerente de Selena, Abraham Quintanilla Jr., había insistido que no se le diera más sangre a su hija, citando sus creencias religiosas como testigo de Jehová. El cirujano dijo que no estaba enterado de la petición de Quintanilla y que, aún si así le hubieran informado, él hubiera continuado las transfusiones. "Aunque yo respeto su fe, ella no tuvo la oportunidad de decirme que descontinuara ese tratamiento", Elkins dijo de Selena.

Pero añadió que ninguna cantidad de sangre le hubiera devuelto la vida. El examinador médico del condado de Nueces, Lloyd White, quien le hizo la autopsia al cuerpo de Selena el día después de su muerte, acordó con Elkins que la cantante "simplemente se desangró a muerte". White pronunció la muerte como homicidio y dijo que no era accidental como dice Saldívar.

"Estoy bien seguro de que el arma fué intencionalmente disparada", testificó él. "Lo que la persona quería hacer con disparar el arma, yo no sé". White le mostró al jurado varias fotografías a color de Selena tomadas durante su autopsia. Un jurado comenzó a llorar, poniendo alto a los procedimientos por un corto tiempo mientras se le daba un pañuelo de papel.