Selena Forever

The Selena Trial

The Houston Chronicles Files

Ranger dice que la policía ignoró mención de suicidio

Saldivar dijo se estaba tratando de matar a sí misma, no a Selena

Tomado del artículo de PATTY REINERT Derechos reservados 1995, Houston Chronicle

11:07 PM 10/18/1995

La policía ignoró la contención de Saldívar de que le disparó accidentalmente a Selena mientras trataba de suicidarse -- aunque se quejó de que la confesión que iba a firmar estaba incompleta, un Texas Ranger testificó en el juicio de Saldívar el miércoles. "Ella dijo que sacó el arma de la cartera y se la llevó a su propia cabeza y la amartilló", el Ranger Robert Garza le dijo al jurado. "Ella dijo que en un gesto a Selena, le dijo que cerrara la puerta y el arma se disparó".

Garza, quien observó por medio de una ventana de espejo mientras oía a dos policías de Corpus Christi interrogar a Saldívar después de que se entregó el pasado 31 de marzo, dijo que mientras Saldívar estaba contando su historia, ella hizo un gesto con su mano derecha para demostrarles cómo se había llevado el arma a su propia sien. Cuando se le presentó a Saldívar con una versión de su declaración a la policía escrita a máquina, ella la disputó, diciéndole al Detective Paul Rivera que había omitido una parte, dijo Garza. "Lo que me hizo sentir incómodo es que ella pensó dos veces antes de firmar la declaración. Ella dijo, `Usted omitió una palabra aquí'", dijo Garza. "No dice que me puse el arma contra mi propia cabeza y no dice accidente o accidentalmente'", dijo, citando a Saldívar.

Al final ella firmó la declaración, añadió el Ranger. Garza, a quien llamaron para ayudar a la policía local a investigar la muerte de Selena Quintanilla Perez en un motel Days Inn de Corpus Christi, testificó que observó la interrogación hecha por Rivera y el Sargento Ray Rivera, y oyó la declaración original de Saldívar. El dijo que salía y entraba del cuarto de observación después de eso. Garza luego usó la confesión firmada por Saldívar -- la cual no incluye ninguna referencia a un disparo accidental -- como base para su reporte del caso. Pero estaba lo suficientemente preocupado por la discrepancia para discutirlo con otro Ranger, y luego preguntarle a Paul Rivera acerca de ésta. "El me dijo que ella estaba tratando de cambiar las cosas y voltearlo todo después de haberlo admitido", dijo Garza. "Después de que el Detective Rivera me lo explicó, no pensé que era un tema importante".

Cuando más tarde se le preguntó si los sospechosos de asesinato tienden a minimizar su relación con el crimen y luego terminan por confesar, el respondió, "Eso pasa bastante". Los dos Rivera, quienes no están relacionados, testificaron el miércoles que Saldívar tuvo varias oportunidades para corregir su declaración y que en cuatro lugares de la confesión escrita a máquina, ella tachó palabras y añadió otras, poniendo sus iniciales al lado de sus cambios. La copia final de la declaración de tres páginas dice: "Yo saqué el arma de mi cartera y Selena comenzó a caminar hacia la puerta, que estaba abierta. Yo amartillé el arma y le disparé mientras ella caminaba hacia la puerta, que estaba abierta". Si es convicta de asesinato, Saldívar, la antigua presidente del club de admiradores de Selena, podría pasar el resto de su vida en prisión. Si logra convencer al jurado de que el disparo fué accidental, podría ganar que la absolvieran de los cargos o que le dieran una sentencia más liviana.

El abogado defensor Doug Tinker trató el miércoles de que se desechara la confesión de Saldívar, diciendo que se le negó un abogado aunque ella pidió hablar con uno durante su encuentro con la policía afuera del motel. El juez del distrito Mike Westergren estuvo de acuerdo con los fiscales en que aunque los negociadores de la policía le habían prometido a Saldívar que podría llamar a su abogado durante su atentado a impulsarla a rendirse, ella renunció a su derecho de tener un abogado cuando llegó a la estación de policía y voluntariamente habló con los investigadores. Tinker interrogó a Ray Rivera, quien dijo nunca haber oído a Saldívar decir que el disparo fue un accidente hasta que ella cuestionó la versión de su declaración escrita a máquina. Ray Rivera también testificó que reunió evidencia del motel el día después del asesinato, y que fué llamado al motel el 5 de abril cuando unos empleados del motel encontraron una cartera en una caja fuerte del cuarto 158, donde ocurrió el disparo.

La cartera, que había pasado desapercibida por la policía antes, le pertenecía a Saldívar y contenía, entre otras cosas, cinco balas de punta hueca, un cheque de 25 dólares y 1.810 dólares en efectivo, Ray Rivera testificó. Durante el contrainterrogatorio, se le pidió a Ray Rivera que leyera una carta que se encontró en la cartera. La carta, fechada el 13 de marzo, era una carta de renuncia que el abogado de Saldívar en San Antonio, Richard L. Garza, le había escrito a Selena. "Es con mucha pena y reservación que la Sra. Yolanda Saldívar presenta su renuncia al empleo con su compañía Selena Etc., Inc.", dice la carta. "Las relaciones diarias con ciertos miembros de su familia (han) hecho imposible que la Sra. Saldívar trabaje para usted o para Selena Etc., Inc."

La carta contradice el testimonio del viudo de Selena, Chris Perez, quien le dijo al jurado la semana pasada que Saldívar había sido despedida por Selena, pero que se mantuvo alrededor de ellos para que pudieran obtener documentos de negocios que ella tenía. La carta fué escrita cuatro días después de que Selena, su padre y gerente, Abraham Quintanilla Jr., y su hermana Suzette Quintanilla Arriaga confrontaran a Saldívar en el estudio de grabación de la familia, Q Productions, preguntándole acerca del dinero que ellos pensaban faltaba del negocio de la cantante.

También fué escrita el mismo día en que Saldívar compró un revolver de calibre 38 en una tienda de armas en San Antonio. El estado planea concluír su caso hoy. El fiscal del distrito, Carlos Valdez, quién está procesando a Saldívar, dijo el miércoles en la tarde que recibió una nota de la penitenciaría del estado de Colorado, diciéndole acerca de una amenaza contra él y su familia. Valdez dijo que las amenazas son una parte rutina de su trabajo. Tinker también recibió una amenaza el martes en una tarjeta postal envíada a la corte y firmada "La Mafia Mexicana".