Selena Forever

The Selena Trial

The Houston Chronicles Files

Saldívar lloraba, pedía perdón, dicen oficiales

Tomado del artículo de PATTY REINERT Derechos reservados 1995, Houston Chronicle

9:40 PM 10/16/1995

Luego de dispararle a muerte a la cantante tejana Selena, Yolanda Saldívar lloró, pidió perdón a Dios y a su familia y repetidamente amenazó con suicidarse. Después, cuando se dió cuenta de que no tenía el coraje, le pidió a la policía que lo hiciera por ella, los oficiales testificaron el lunes. "Miren lo que le hice a mi mejor amiga", Saldívar chillaba durante la conversación grabada por el negociador de la policía Larry Young poco después del asesinato. "Yo me debería matar. Yo hice algo malo. Nunca me perdonarán en mi vida entera. ... Yo debí haber comprendido -- y yo comprendía." Porciones de las grabaciones fueron transmitidas por dos horas el lunes, mientras la segunda semana del juicio de Saldívar comenzaba.

Las grabaciones fueron hechas por la policía mientras negociaban con ella durante su encuentro de nueve horas y media el 31 de marzo, cuando ella se mantenía dentro de una camioneta afuera del motel Days Inn de Corpus Christi donde se le disparó en la espalda a Selena Quintanilla Perez. En las grabaciones de una línea que conectaba a Saldívar en la camioneta y a Young en el motel, Saldívar también dice que el padre y gerente de Selena, Abraham Quintanilla Jr., la había atacado en su apartamento. Ella dice que estaba aterrorizada de que él pudiera venir al hotel a matarla. "El me violó. El metió un palo en mi vagina", dice ella. "El dijo, `Si le dices a alguien, mataré a tus padres. Mataré a tu familia'". "El me empujó a esto, Larry", ella continúa. "El me quería matar. ... El me amenazó todos los días porque no me quiere con su hija".

Quintanilla nunca ha sido investigado por el presunto asalto y no se han hecho cargos contra él, los fiscales dijeron el lunes. El fiscal del distrito de Nueces, Carlos Valdez trató de minimizar el impacto de las grabaciones preguntándole a Qintanilla si alguna vez había violado a Saldívar, amenazado a su familia, herido o contratado a alguien para que lo hiciera. Quintanilla negó rotundamente todas las acusaciones. Saldívar también dice en las grabaciones que había ido a ver a un abogado para discutir las supuestas amenazas de Quintanilla, pero él le aconsejó que no había mucho que hacer acerca de eso. "Yo dije, `¿Qué es lo que tengo que hacer? `¿Esperar que me mate o qué?'", dice ella. El lunes en la mañana, dos policías que estaban entre los primeros que se pusieron en contacto con Saldívar después del disparo, testificaron que Saldívar acusó a Quintanilla por el disparo, repetidamente diciéndoles, "Su padre es el responsable de esto. El me hizo dispararle".

El sargento John Houston testificó que después de hora y media de negociaciones, Saldívar comenzó manipular el martillo del arma, haciéndola más difícil de disparar, luego amartillarla otra vez. El dijo que eso hubiera sido difícil de hacer a menos de que Saldívar supiera acerca del manejo de armas. Pero el sargento Joe Claire, quien estaba más cerca de Saldívar durante el encuentro, dijo que el arma siempre estuvo amartillada y lista para disparar. Durante un momento de la conversación grabada entre Saldívar y Young, ella dice, "Quiero apretar el gatillo y no sé como". No era claro si ella estaba hablando literalmente o si estaba tratando de hacerce del coraje que necesitaba para quitarse la vida. Los tres oficiales acordaron en que Saldívar nunca les dijo que el disparo fué accidental, como ella insiste ahora. "Ella nunca dijo `accidente, señor'", dijo Claire.

En las grabaciones, de las cuales se espera se presentarán tres horas más al jurado hoy, Saldívar repetidamente pide hablar con su madre y dice que está avergonzada de sí misma, que ha desgraciado a su familia y que no puede vivir consigo misma. "Yo no quiero vivir en tortura. ... Nunca me perdonaré", gemía ella. "Estoy avergonzada de lo que he hecho. ... No merezco vivir en absoluto". Durante la grabación, se puede oír claramente a un animador de radio hablando de la muerte de Selena, lo que excitó a Saldívar extremadamente. "Acabo de oír en el radio que la maté", le dice a Young. "Acaban de decir que murió. Me quiero matar. ... Estoy lista para apretar el gatillo ya". Young, tratando de calmarla por medio de la conversación, le pregunta acerca de sus creencias en Dios y la Virgen de Guadalupe.

A esto, ella recita el Sexto Mandamiento, "No matarás", y acuerda con él que suicidarse sería contra la voluntad de Dios. Luego ella le pide a Young que reze con ella, y él le pide a Dios que ayude a Saldívar a rendirse. "Hoy no ha sido un día fácil para Yolanda", dice él. Más tarde, Saldívar le pregunta a Young con una voz temerosa, "¿Podré ir al cielo, Larry?" Mientras las grabaciones de la negociación continúan, ocasionalmente se oye una estación de radio en el fondo; en un punto, la canción de la serie de televisión M*A*S*H* -- El Suicidio No Duele -- se oye a todo volúmen. Saldívar insiste que Young está transmitiendo la radio por la línea telefónica, y él le pregunta si ella tiene la radio prendida en la camioneta.

Los abogados de Saldívar dijeron al final del día que creen que la transmición se ligó accidentalmente con la línea del teléfono. Mientras se transmitían las grabaciones, Saldívar permanecía sentada en la mesa de la defensa y lloró, muchas veces secándose los ojos con toallas de papel. Su madre y otros familiares también lloraron sentados en silencio en la primera fila de la sala del tribunal. La madre de Selena, Marcella Quintanilla, no ha vuelto al tribunal desde que se fué en lágrimas el jueves en la tarde. Durante el fín de semana, fué hospitalizada por un corto tiempo en el hospital de Houston St. Joseph, quejándose de dolores en el pecho. Permaneció en el hospital una noche y salió al otro día luego de que los doctores diagnosticaron que sufría de presión alta causada por la tensión. Si es convicta de asesinato, Saldívar podría pasar el resto de su vida en prisión.