Selena Forever

The Selena Trial

The Houston Chronicles Files

Saldivar usó una 'pistola de vaqueros', dice testigo

Selena supuestamente fué perseguida

Tomado del artículo de ALLAN TURNER y PATTY REINERT Derechos reservados 1995, Houston Chronicle

9:37 PM 10/12/1995

Mientras que la fatalmente herida superestrella tejana, Selena, salió corriendo de un cuarto de un motel de Corpus Christi pidiendo ayuda, la que una vez fué su amiga, Yolanda Saldívar, calmadamente le apuntaba con una "pistola de vaqueros" y la maldecía, testificó una antigua mucama del motel el jueves durante el juicio por asesinato de Yolanda Saldívar. Norma Martínez, una antigua mucama del Days Inn, dijo que ella estaba trabajando cerca del cuarto de Saldívar poco antes del mediodía del 31 de marzo, cuando oyó un retumbo. Ella luego se volteó para ver a Selena Quintanilla sangrando y corriendo del cuarto, pidiendo ayuda a gritos. "Ella tenía puesto un traje verde, como un mono, y estaba gritando, '¡Auxilio! ¡Auxilio!', Martínez le dijo al jurado de seis mujeres y seis hombres en la corte del juez del distrito Mike Westergren. "Yo no sabía en aquel momento que era Selena. Otra señora, baja de estatura, estaba corriendo detrás de Selena. Ella le estaba apuntado con una pistola a Selena".

Mientras la cantante corría hacia el estacionamiento, testificó Martínez, Saldívar paró, bajó el arma y gritó "¡Perra!". Luego caminó otra vez a su cuarto. Martinez era una de los trabajores del motel que testificaron que oyeron un balazo, luego vieron a Saldívar -- fundadora del club de admiradores de Selena y gerente de sus tiendas de modas -- persiguiendo a la cantante con una pistola. Todos tres le dijeron al jurado que Saldívar se veía calmada. El testimonio parecía disputar las declaraciones de la defensa de que Saldívar le disparó a la cantante accidentalmente. Los comentarios de los trabajadores fueron los eventos más importantes del segundo día de testimonio en el juicio por asesinato de Saldívar, que se está efectuando en Houston debido a la intensa publicidad que recibió en Corpus Christi. En otro testimonio, los testigos dijeron que Selena había acompañado a Saldívar a un hospital de Corpus Christi en la mañana del asesinato.

Saldívar le había dicho que le habían pegado y la habían violado el día anterior en México, pero una enfermera del cuarto de emergencia dijo que ella no parecía haber sido asaltada. Durante el testimonio de la testigo que casi vió el disparo, Saldívar, vestida con un traje rosa, se mantuvo pasiva en la mesa de la defensa. La madre de Selena, Marcella Quintanilla, vencida por la emoción, fué llevada fuera de la sala del tribunal. La madre de Saldívar, Juanita Saldívar, también dejó el lugar llorando. El encargado de mantenimiento del Days Inn, Trinidad Espinoza, dijo que oyó un sonido similar al sonido de una llanta explotando. Cuando investigó, vió una mujer, quien identificó como Saldívar, persiguiendo a Selena. "Yo estaba casi seguro de que había oído un segundo balazo pero ella nunca disparó. Ella paró y bajó el arma", dijo. Espinoza, Martínez y una tercera empleada, Sandra Avalos, testificaron que Saldívar parecía calmada durante el episodio. El abogado defensor, Doug Tinker, disputó el testimonio de Martínez, preguntando por qué ella no había mencionado el lenguaje abusivo de Saldívar durante entrevistas con la policía conducidas previamente. "Yo respeto a la policía, y ellos eran mayores que yo", dijo Martínez. "Creí que la palabra era muy irrespetuosa". Tinker -- quien reconoció que Martínez pudo haber estado nerviosa porque él estaba disputando sus declaraciones -- también cuestionó otras discrepancias aparentes entre sus declaraciones a la policía y su testimonio el jueves. Martinez le dijo a la policía que había visto a Saldivar dispararle a Selena. Pero el jueves, dijo que nada más había oído el disparo.

Tinker también criticó a la testigo por la imprecisión en su descripción de la pistola que llevaba Saldívar. "Yo no conozco mucho de armas", dijo ella. "Yo quería decir una pistola de vaqueros -- era muy grande. Pero nunca he estado alrededor de armas". El abogado Fred Hagans, quien asiste a Tinker, similarmente disputó el testimonio de Avalos. Avalos le dijo a la policía que el asaltante de Selena era una mujer de estatura mediana con cabello teñido de rubio. Saldívar, de cabello oscuro, mide como 4 pies, 9 pulgadas. Mark Skurka, un fiscal, luego atribuyó las aparentes inconsistencias a la "naturaleza humana". Tinker, también hablando fuera del tribunal, dijo que espera que la prosecución llame a otros empleados del Days Inn, posiblemente trabajadores de la oficina donde Selena trató de conseguir amparo. Sin embargo declinó evaluar el impacto del testimonio del día. "Siempre hemos concedido que el disparo salió de un arma que estaba en las manos de Yolanda Saldívar", dijo. "El caso progresa como lo habíamos anticipado". Más temprano el jueves, trabajadores del cuarto de emergencia de un hospital de Corpus Christi testificaron acerca de la visita de Saldívar y Selena al hospital algunas horas antes del asesinato. Patricia Biggs, quien en aquel tiempo era la directora del centro médico Doctors Regional, dijo que Selena habló por Saldívar, quien se veía extremadamente arisca. Saldívar "nunca me miró", Biggs le dijo al jurado, añadiendo que se tuvo que doblar para verle la cara a Saldívar, quien estaba sentada. "Yo me doblé y le pregunté si la habían violado. Ella dijo, `Si'". Biggs dijo que Selena explicó que Saldívar había sido atacada el día anterior en México. "Ella tenía un dolor en el cuello -- apuntando a su cuello -- y dijo que tenía hemorragia vaginal". El personal del hospital no pudo examinar a Saldívar completamente, sin embargo, debido a que el supuesto asalto ocurrió en México, fuera de su jurisdicción.

De todas maneras, Biggs dijo, "Yo no ví ninguna evidencia que indicara que había sido asaltada". Karla Anthony, una enfermera en la unidad, dijo que Saldívar supuestamente había sido apaleada con un bate en la espalda y el abdomen. Cuando le preguntaron si se le encontraron marcas a Saldívar, ella respondió, "No como las que he visto en personas que hayan sido apaleadas con un bate. "Selena estaba animando a Yolanda a hablar. Ella le acariciaba el cabello", Anthony dijo. Ocasionalmente, sin embargo, "Selena sacudía la cabeza y se le veía cambiar de expresión". Más tarde, fuera del cuarto de examinación, Anthony le dijo a la cantante: "¡La historia que nos está diciendo no es la misma que te contó a tí, verdad?" "Ella sacudió la cabeza y se llevó un dedo a los labios, y señaló el cuarto donde estaba Yolanda", Anthony dijo. "Era claro que ella no quería que Yolanda oyera alguna discusión sobre eso".

Ella dijo que Selena y Saldívar -- vestida en la bata verde deshechable de hospital que todavía tenía puesta cuando ocurrió la muerte de la cantante -- luego se fueron del hospital. Los fiscales también tocaron el tema de que Saldívar no había manejado bien la tienda de Selena, con el testimonio de los empleados de Selena Etc., quienes hablaron de contabilidad desorganizada y de papeles perdidos que Selena había tratado de obtener de Saldívar poco antes de que fuera asesinada. La prima de Selena, Debra Ramirez de Lake Jackson, testificó que ella había ido a Corpus Christi en enero a ayudar a Selena y a Saldívar porque la actividad de la tienda estaba aumentando.

Ella dijo que volvió a su casa después de una semana porque estaba desilucionada con el trabajo y preocupada porque los peluqueros del salón no eran "muy profesionales" y se dió cuenta de que no habían reportado todas sus ventas cada día. Ella dijo que alertó a Saldívar acerca del problema. "Ella dijo que era su negocio y que ella lo arreglaría", dijo Ramirez. Ramirez, 35, dijo que ella volvió a Corpus Christi en marzo para trabajar como recepcionista en Q Productions, el estudio de grabación propiedad del padre de Selena, Abraham Quintanilla Jr. Además de sus actividades normales, ella también pasó algún tiempo en la casa de Selena, ayudándola a reunir los documentos que necesitaba para declarar sus impuestos.

Ella confirmó el testimonio de Quintanilla y del viudo de Selena, Chris Perez, de que muchos de los documentos que se necesitaban nunca le fueron devueltos por Saldívar. Celia Soliz, una manicurista de 25 años que le arregló las uñas a Selena la noche antes de su muerte, testifició que Selena había planeado recoger algunos documentos que tenía Saldívar la mañana siguiente y despedirla. Mientras que Selena estaba en el salón esa noche, recibió varias llamadas en su localizador, aparentemente de Saldívar. Como tenía las uñas mojadas, Soliz escribió el número y lo marcó. Las reglas de la corte le prohíben a Soliz que testifique acerca de lo que oyó de la conversación, pero ella dijo que la cantante estaba muy molesta cuando colgó. Soliz dijo que estaba preocupada por ella. "Yo la seguí a su casa ... para asegurarme de que llegara bien", dijo. A la mañana siguiente, Selena se levantó temprano para reunirse con Saldívar en el Days Inn.